El empleo de este material evita pérdidas bruscas de calor y reduce los ruidos y ecos.
La madera se utiliza en suelos, paredes y techos. Aunque en ocasiones necesita someterse a tratamientos antihumedad u otros que mejoren su resistencia y durabilidad, es un material adecuado para la mayoría de los espacios. Un estudio reciente subraya, además, los beneficios en el entorno de sus propiedades térmicas y acústicas.
Las propiedades térmicas y acústicas de la madera mejoran la calidad de vida. Ésta es la principal conclusión del estudio titulado “Recopilación de evidencias científicas que relacionan la madera y un estilo de vida saludable”, realizado por el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV), en colaboración con la iniciativa “Vivir con madera”, promovida por la Confederación Española de Empresarios de la Madera (Confemadera). Siempre que se someta a los tratamientos adecuados, la madera destaca como un material cálido y duradero, lo que repercute en el bienestar de las personas.
En concreto, la investigación se refiere a la madera como un material natural, cuyo tacto resulta “saludable” gracias a su baja conductividad térmica. Según el estudio, los espacios con madera evitan pérdidas bruscas de calor cuando, por ejemplo, se pisa el suelo con los pies descalzos. Esta característica se relaciona, además, con la eficiencia energética de los edificios, puesto que “reduce la necesidad de calentar o enfriar los ambientes”, detalla el informe.
Mejora la eficiencia energética de los edificios, al reducir la necesidad de calentar o enfriar los ambientes.
En cuanto a los beneficios acústicos, el IBV concluye que los espacios interiores con madera generan un tiempo de reverberación menor que el que se produce en un espacio sin madera. Esto significa que hay menos ruidos y ecos, lo que mejora la inteligibilidad. Al no resonar las palabras, la dicción es más clara, por lo que se aconseja la instalación de madera en espacios como aulas, salones o salas de reunión.
Propiedades higroscópicas
Las características térmicas de la madera consiguen crear ambientes templados: cálidos en invierno y más frescos en verano. Esta circunstancia se debe a las propiedades higroscópicas de este material, es decir, a su capacidad para regular la humedad relativa y la temperatura del entorno.
La madera ayuda a purificar el ambiente y mantener un grado de humedad óptimo
La humedad produce un efecto dilatación en la madera según la cantidad de poros o su estado: abiertos, semiabiertos o cerrados. No obstante, cuando está correctamente tratada, además de no presentar defectos, la madera es capaz de absorber o ceder humedad al entorno. Esta peculiaridad ayuda a purificar el ambiente y mantener un grado de humedad óptimo.
La iniciativa “Vivir con madera” considera, además, que las propiedades higroscópicas de este recurso aumentan su resistencia al fuego, regulan la temperatura interna de una vivienda y dificultan que ésta cambie “bruscamente” cuando varía la temperatura exterior. “Es un material sano y agradable que mantiene las condiciones térmicas de las viviendas”, insiste. (Artículo tomado de www.consumer/es/web/bricolaje/)