En el mundo de la construcción y el diseño, los materiales cuentan historias. En Surmaderas Jafe, esas historias tienen raíces profundas, legales y sostenibles. Por eso, hoy queremos aclarar una confusión frecuente: la “madera plástica” no es madera, y confundir estos términos puede afectar negativamente tanto al medio ambiente como al consumidor.
¿Qué es la mal llamada “madera plástica”?
La “madera plástica” es un material fabricado a partir de residuos plásticos reciclados, a veces con mezclas vegetales o fibras. Aunque puede tener forma, color o textura parecida a la madera, no tiene nada que ver con la estructura ni el alma de la madera natural.
Entonces, ¿por qué es incorrecto llamarla madera?
Porque no proviene de árboles, no respira, no se biodegrada naturalmente y no forma parte del ciclo renovable del bosque. Es un plástico moldeado. Su nombre genera confusión, sobre todo cuando se busca un producto responsable con el medio ambiente.
¿Qué hace única a la madera natural legal e inmunizada?
La madera natural, especialmente cuando es inmunizada, secada técnicamente y proveniente de un aserrío legal, tiene beneficios que la madera plástica no puede imitar:
- Es biodegradable y forma parte de un ciclo natural.
- Proviene de bosques gestionados de forma legal y sostenible, muchos con el sello de negocios verdes.
- Es renovable, almacena carbono y contribuye a la lucha contra el cambio climático.
- Tiene valores estéticos, estructurales y culturales irremplazables.
En nuestros productos —listones de madera, pisos en madera, deck en madera, machimbre en madera, madera inmunizada, entre otros— ofrecemos trazabilidad, asesoría técnica y compromiso con el entorno.
♻️ ¿Qué pasa cuando termina su vida útil?
- La madera natural, al finalizar su ciclo, puede ser reutilizada, compostada o devuelta a la tierra sin generar residuos tóxicos.
- El plástico, aunque reciclado inicialmente, sigue siendo un derivado del petróleo. Una vez usado, difícilmente se reintegra al ambiente sin contaminar. Puede tardar más de 400 años en degradarse, generando microplásticos y afectando ecosistemas.
Por eso, es fundamental diferenciar entre lo reciclable y lo natural. Ambos tienen roles, pero no son equivalentes ni intercambiables.